Quintarelli, un nombre que resuena con prestigio y arraigo en la Valpolicella italiana, encarna la esencia de la tradición vinícola. Con una filosofía arraigada en la conservación de métodos tradicionales, esta finca ha forjado un legado de vinos de altísimo nivel y admirable capacidad de envejecimiento.
En las colinas al norte de Verona, Giuseppe Quintarelli, conocido como il Maestro del Veneto, dejó un legado imperecedero antes de su partida en 2012. Su bodega, aún en manos y gestión familiar, continúa siendo un faro de excelencia.
El Amarone, buque insignia de Quintarelli, es una obra maestra paradójica. Pesa con elegancia y finura, revelando capas de fruta sazonada sobre un fondo complejo aún por explorar. La mezcla magistral de uvas como corvina, corvinone, rondinella, y otras, da vida a un vino que ha cautivado a amantes del vino dentro y fuera de la región durante décadas.
La mezcla similar que comparten Amarone, Recioto y Valpolicella Classico Superiore destaca el arte de Quintarelli: aproximadamente 55% de Corvina y Corvinone, 30% de Rondinella, y el 15% restante de varietales como Cabernet Sauvignon, Nebbiolo, Croatina y Sangiovese. La meticulosa cosecha requiere múltiples pasadas por el viñedo.
La paciencia impregna la elaboración de todos los vinos de Quintarelli, con maceraciones prefermentativas, fermentaciones lentas y extensos periodos de envejecimiento en grandes barricas de roble de Eslavonia. Los Amarones, en particular, pueden reposar hasta ocho años.
Quintarelli, un pilar de la Valpolicella, sigue siendo un faro de la excelencia vinícola italiana, donde la paciencia y la dedicación se transforman en vinos que resisten la prueba del tiempo.
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