Muy diferente de las ginebras con mucho enebro del pasado, la nº 209 se abre con una nariz maravillosamente aromática de notas predominantemente cítricas y florales con un toque picante. En el paladar aparecen primero las notas cítricas, con limón seguido de un toque de naranja. A medida que el espirituoso se calienta en boca, se liberan delicadas notas florales de bergamota y cilantro. En el paladar medio, el cardamomo y el enebro emergen con una calidez similar a la pimienta. A medida que el cardamomo sigue floreciendo en el paladar, surgen nuevos componentes mentolados. La casia y otras notas de especias cálidas adquieren protagonismo en el final. La casia en particular persiste, incitando a beber otro sorbo.
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